Llega fin de año y por estas fechas un proceso de reflexión frente a lo que realizamos durante el año, metas cumplidas, compromisos finalizados y compromisos pendientes o nuevas metas que queremos cumplir. Por esta razón es importante tener actitud positiva y trabajar en nuestra salud mental.
Este año en particular para muchos estuvo cargado de experiencias complicadas con relación a la economía, relaciones familiares y personales, salud, entre otras. Por lo que tal vez hemos tenido procesos de reflexión a lo largo del año sobre todo durante los periodos de cuarentena estricta, este año hemos tenido que cambiar muchos hábitos en nuestra vida que han sido más fáciles para unos que para otros.
La idea de iniciar un nuevo año nos mantiene expectantes, nos enfrentamos al pasado y al futuro, la idea de un nuevo año nos hace pensar en renacer, debemos iniciar con un balance para ver qué hicimos qué dejamos de hacer, que aprendimos, en qué debemos seguir trabajando, ver qué es lo que verdaderamente necesitamos y desde que percepción tomamos las decisiones.
Luego debemos trabajar en la atocomprensión y autocompasión pues si bien es cierto a veces no tomamos las decisiones más acertadas nos dejaron un aprendizaje y debemos entender que hacían parte del camino.
Del balance que organicemos debemos ver qué queremos lograr, cuáles son esos nuevos propósitos o metas, para esto la imaginación es fundamental sin dejar de ser realista y trabajar en estrategias que no permita que perdamos el ánimo en el proceso. Además debemos pensar en que debemos tomar riesgos, sabemos que no es fácil pero debemos arriesgarnos a vivir nuevas experiencias.
Agradecer es fundamental, debemos abrir nuestro corazón a la gratitud por lo que recibimos, por lo que aprendimos, lo entregado y lo vivido, a nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo a nosotros mismos y a la vida.
Y para finalizar debemos pensar de forma positiva por un 2021 lleno de nuevas experiencias y oportunidades.
